El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa
sensación, habitualmente desagradable, provocada por la percepción de un
peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado.
El miedo es una emoción que acompaña a los pacientes que
están en un proceso de desintoxicación en las adicciones. Es una emoción común
en todos ellos y está presente en todo momento, en mayor o menor medida.
Esta emoción se va transformando y la voy viendo en mi día a
día en IVANE-ADICCIONES, la Unidad de Desintoxicación Hospitalaria donde
trabajo.
La ansiedad va normalmente cogida de la mano. Ya que se
percibe amenaza y como tal tu cuerpo reacciona.
El miedo es el motor que les va a ayudar a estar en un estado
de alerta permanente. Mal pronóstico es cuando han pasado las primeras semanas,
van a salir del proceso de desintoxicación y están muy seguros de sí mismos.
Miedo cuando reconocen el problema y deciden enfrentarse.
Aparece en el momento de comunicarlo a los familiares, al qué dirán, si les
apoyarán, si les entenderán.
Miedo a no ser capaz, a no saber si han tomado la decisión
correcta. Los primeros días en el centro, se sienten que van a la deriva, se
dejan llevar por los profesionales y empiezan a sentirse seguros ya que la
sensación es que están en una burbuja.
Pero esa sensación de seguridad poco a poco va disminuyendo a
medida que pasan los días y se acerca el momento de enfrentarse al “mundo real”.
Aparece en forma de preguntas: ¿cómo será cuando salga de
aquí? ¿Y si no soy capaz de mantenerme abstinente?
Una de las cosas que aprenden es que no deben ir en contra
del miedo, ese es el comportamiento automático. Debemos hacer lo contrario.
Parar y pensar, mirarlo a los ojos y observarlo. Y aceptarlo.
Miedo al “craving” o deseo. Cuando llegue un momento en que
aparezca esa necesidad irracional de volver a consumir.
Durante 21 días, empiezan a coger hábitos, cosas como
levantarse a una hora, rutinas, nuevos comportamientos. Aparece el miedo
irracional de que esto desaparece cuando salen del centro. Es importante, que
esto no se olvida de repente si no que deben continuar con la misma dinámica.
Estos miedos son compartidos por sus familiares, es por ello
que les parecen preguntas de cómo irá el proceso, ¿Y si lo dejo solo? ¿Tengo
que hacer de policía?
El miedo es la fuerza que les ayudará a luchar y continuar hacia
adelante.