Definir exactamente lo que se
entiende por adicción no es simple. Mucha gente asocia a menudo la adicción
únicamente con el alcohol o con el abuso de las drogas, pero está claro que los
comportamientos adictivos van más allá.
De hecho, la clave de la
"adicción" es una necesidad o dependencia obsesiva y compulsiva hacia
una sustancia, un objeto, una relación, una actividad o una cosa. Conforme a
esto, es realista y apropiado decir que cualquiera puede ser adicto a casi
cualquier cosa.
Está conformada por los deseos
que consumen los pensamientos y comportamientos del adicto y éstos actúan en
aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y/o
para comprometerse en la actividad deseada. A diferencia de los simples hábitos
o influencias consumistas, las adicciones son dependencias que traen consigo
graves consecuencias en la vida real que deterioran, afectan negativamente y
destruyen relaciones, salud, además de la capacidad de funcionar de manera
efectiva, afectando además en su vida social.
Es adicta la persona que cree que
no puede vivir sin la conducta adictiva, por lo cual la consume o realiza de
forma permanente y compulsiva. El adicto no controla su adicción sino que vive
en función de ella: este es el eje y el condicionante de toda su rutina, se ve
afectado por problemas de ansiedad y por lo general vuelve a caer en la adicción.
Pero ¿Cómo uno cae en sus redes y
queda atrapado? Os presentamos su
evolución:
- La conducta es placentera y recompensante para la persona. (Refuerzo positivo)
- Hay un aumento de pensamientos referidos a dicha conducta en los momentos en que la persona no está implicada en ella.
- La conducta tiende a hacerse cada vez más frecuente. El sujeto pierde interés por otro tipo de actividades anteriormente gratificantes.
- La persona tiende a quitar importancia al interés o al deslumbramiento suscitados por la conducta (mecanismo psicológico de la negación). Es el “¡Yo controlo!”
- Se experimenta un deseo intenso de llevar a cabo la conducta (craving) y se tienen expectativas muy altas acerca del alivio del malestar que se va a sentir tras la ejecución de la conducta (refuerzo negativo: síndrome de abstinencia).
- La conducta se mantiene a pesar de las consecuencias negativas crecientes. Hay una justificación personal y un intento de convencimiento a los demás por medio de una distorsión acentuada de la realidad.
- A medida que los efectos adversos de la conducta aumentan, el adicto comienza a tomar conciencia de la realidad y realiza intentos –habitualmente fallidos- de controlar la conducta por sí mismo.
- Lo que mantiene ahora la conducta no es el efecto placentero, son el alivio del malestar. Este alivio es de cada vez de menor intensidad y de más corta duración.
- La persona muestra una capacidad de aguante cada vez menor ante las emociones negativas y las frustraciones cotidianas. Las estrategias de afrontamiento se empobrecen debido a la falta de uso. De este modo, el comportamiento adictivo se convierte en la única vía hacer frente al estrés.
- La conducta adictiva se agrava. Hasta tal punto de convertirse en el eje principal de la persona.
¿Qué opinas ahora de
los que tienen un problema de conductas adictivas?