domingo, 24 de noviembre de 2013

¿CÓMO ACABA UNO SIENDO ADICTO? SECUENCIA EVOLUTIVA DE LAS ADICCIONES



Definir exactamente lo que se entiende por adicción no es simple. Mucha gente asocia a menudo la adicción únicamente con el alcohol o con el abuso de las drogas, pero está claro que los comportamientos adictivos van más allá. 

De hecho, la clave de la "adicción" es una necesidad o dependencia obsesiva y compulsiva hacia una sustancia, un objeto, una relación, una actividad o una cosa. Conforme a esto, es realista y apropiado decir que cualquiera puede ser adicto a casi cualquier cosa.  

Está conformada por los deseos que consumen los pensamientos y comportamientos del adicto y éstos actúan en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado y/o para comprometerse en la actividad deseada. A diferencia de los simples hábitos o influencias consumistas, las adicciones son dependencias que traen consigo graves consecuencias en la vida real que deterioran, afectan negativamente y destruyen relaciones, salud, además de la capacidad de funcionar de manera efectiva, afectando además en su vida social.

Es adicta la persona que cree que no puede vivir sin la conducta adictiva, por lo cual la consume o realiza de forma permanente y compulsiva. El adicto no controla su adicción sino que vive en función de ella: este es el eje y el condicionante de toda su rutina, se ve afectado por problemas de ansiedad y por lo general vuelve a caer en la adicción.

Pero ¿Cómo uno cae en sus redes y queda atrapado?  Os presentamos su evolución:

  • La conducta es placentera y recompensante para la persona. (Refuerzo positivo)
  • Hay un aumento de pensamientos referidos a dicha conducta en los momentos en que la persona no está implicada en ella.
  • La conducta tiende a hacerse cada vez más frecuente. El sujeto pierde interés por otro tipo de actividades anteriormente gratificantes.
  • La persona tiende a quitar importancia al interés o al deslumbramiento suscitados por la conducta (mecanismo psicológico de la negación). Es el “¡Yo controlo!”
  • Se experimenta un deseo intenso de llevar a cabo la conducta (craving) y se tienen expectativas muy altas acerca del alivio del malestar que se va a sentir tras la ejecución de la conducta (refuerzo negativo: síndrome de abstinencia).
  • La conducta se mantiene a pesar de las consecuencias negativas crecientes. Hay una justificación personal y un intento de convencimiento a los demás por medio de una distorsión acentuada de la realidad.
  • A medida que los efectos adversos de la conducta aumentan, el adicto comienza a tomar conciencia de la realidad y realiza intentos –habitualmente fallidos- de controlar la conducta por sí mismo.
  • Lo que mantiene ahora la conducta no es el efecto placentero, son el alivio del malestar. Este alivio es de cada vez de menor intensidad y de más corta duración.
  • La persona muestra una capacidad de aguante cada vez menor ante las emociones negativas y las frustraciones cotidianas. Las estrategias de afrontamiento se empobrecen debido a la falta de uso. De este modo, el comportamiento adictivo se convierte en la única vía hacer frente al estrés.
  • La conducta adictiva se agrava. Hasta tal punto de convertirse en el eje principal de la persona.

¿Qué opinas ahora de los que tienen un problema de conductas adictivas?

lunes, 18 de noviembre de 2013

EMPATÍA: EN LOS ZAPATOS DEL OTRO



¿Cuántas veces hemos estado preocupados, y nos hemos encontrado con alguien que simplemente con una mirada o una palabra, ha hecho que nos sintamos mejor? En este caso, su capacidad empática es la que ha contribuido a nuestra mejoría.

¿QUÉ ES? La empatía es la capacidad de entender los pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de los demás y compartir sus sentimientos. Es tener la capacidad de captar lo que el otro nos comunica.

No es necesario pasar por las mismas experiencias para entender, sino captar los mensajes verbales y no verbales que la otra persona nos quiere transmitir, y hacer que se sienta comprendida.

¿CUÁNDO SE DESARROLLA? La empatía empieza a desarrollarse en la infancia. Los padres son los que cubren las necesidades afectivas de los hijos y los que les enseñan, no solo a expresar los propios sentimientos, sino también, a descubrir y comprender los de los demás.
La capacidad para la empatía se desarrollará más fácilmente en aquellas personas que han vivido en un ambiente en el que han sido aceptadas y comprendidas, han recibido consuelo cuando lloraban y tenían miedo, han visto como se vivía la preocupación por los demás...

ERRORES QUE COMETEMOS. A veces cometemos errores que impiden una buena relación empática:

  •  Quitarle importancia a lo que le preocupa al otro e intentar ridiculizarle.
  • Escuchar con prejuicios y dejar que nuestras ideas y creencias influyan a la hora de interpretar lo que les ocurre.
  • Juzgar y acudir a frases del tipo "lo que has hecho está mal", "de esta forma no vas a conseguir nada",…
  • Sentir compasión.
  • Ponerse como ejemplo por haber pasado por las mismas experiencias.
  • Intentar animar sin más, con frases como "ánimo en esta vida todo se supera".
  • Dar la razón y seguir la corriente.

Las personas que están excesivamente pendientes de sí mismas tienen más dificultades para tener empatía. Deberíamos ser capaces de salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro.

¿CÓMO PODEMOS DESARROLLARLA?

  • Escuchar con la mente abierta y sin prejuicios; prestar atención y mostrar interés por lo que nos están contando, ya que no es suficiente con saber lo que el otro siente, sino que tenemos que demostrárselo.
  • No interrumpir mientras nos están hablando y evitar convertirnos en un experto que se dedica a dar consejos.
  • Hacer preguntas abiertas. Le hacen ver que estamos interesados en lo que nos cuenta.
  • Intentar avanzar lentamente en el diálogo, ayudamos a tomar perspectiva de lo que le ocurre, dejamos que los pensamientos y sentimientos vayan al unísono y nos da tiempo de asimilar y reflexionar.
  • Antes de dar nuestra opinión sobre el tema, debemos cerciorarnos de que la otra persona nos ha contado todo lo que quería y de que nosotros hemos escuchado e interpretado lo esencial de su mensaje.
  • En ocasiones los otros no necesitan nuestra opinión, sino saber que los estamos entendiendo.
  • Si damos nuestra opinión es importante hacerlo de forma constructiva, ser sinceros y procurar no herir.
  • Ser tolerantes. No quiere decir que tengamos que soportar conductas que nos hacen daño o que pueden hacer daño a otros, sino aceptar, comprender y respetar las diferencias.

¿Qué zapatos quieres ponerte?

domingo, 10 de noviembre de 2013

CÓMO ALCANZAR UNA META PERSONAL SIN PERDERNOS POR EL CAMINO. CUATRO PASOS PARA ELABORAR UN PROYECTO DE SUPERACIÓN PERSONAL



 
Cuando nos planteamos ciertas metas a alcanzar en nuestra vida diaria como buscar empleo, adelgazar o hacer deporte, por poner ejemplos, solo vemos el final del camino, y lo vemos lejano, enorme y con un vacío entre tú y ese objetivo. Nos sentimos mal porque se nos hace un mundo todo lo que tenemos que hacer y no sabemos por dónde empezar. Esta sensación influye directamente en nuestro estado de ánimo. 

Lograr lo que deseamos y ver satisfechas nuestras necesidades proporciona emociones positivas e incrementa la autoestima.

Una forma de mejorar la autoestima es intentar cambiar las cosas que no nos gustan de nosotros mismos y con ello lograr objetivos personales.

Os presento un método que os ayudará a llegar al final de vuestros objetivos. Sólo tienes que seguir los pasos: 

Primer paso: Plantearse una meta clara y concreta: Una meta puede ser cualquier cosa que se desee hacer o conseguir. Plantearse una meta de forma clara y concreta nos ayuda a identificar lo que queremos conseguir. La meta que nos propongamos ha de reunir una serie de características. Debe ser:
  • Sincera, algo que realmente deseemos alcanza
  • Personal, que no venga impuesto por los demás
  • Realista, que veamos que es posible conseguir a medio - corto plazo
  • Divisible, que se pueda subdividir en pequeñas metas
  • Medible, que podamos ver lo que hemos logrado y lo que nos falta para alcanzarla
Segundo paso: Establecer las tareas que se deben realizar para lograrla: Un vez hemos concretado la meta que deseamos alcanzar, vamos a pensar en lo que tenemos que hacer para conseguirla. Debemos coger la meta y dividirla en pequeños objetivos que nos llevarán a ella.

Tercer paso: Organizar las acciones en el orden en que se deberían realizar: si se intenta llevar a cabo todas las tareas al mismo tiempo, es muy probable que no se consiga nada. Para logar una meta es muy interesante que se ordenen las tareas que se deben hacer y se establezca un plan de trabajo. Una vez que tengan la lista de las tareas que debemos realizar debemos ordenarlas. El orden se puede establecer según secuencia temporal o empezando por la tarea más sencilla, dejando para el final las más costosas.

Cuarto paso: Ponerlas en marcha y evaluar los logros que se vayan consiguiendo: Una vez elaborado el proyecto personal habría que comprometerse con él y ponerlo en práctica. Para llegar a conseguirlo es importante ir evaluando los esfuerzos realizados. Esto puede ser difícil hacerlo uno mismo, pero es relativamente sencillo si se pide a alguien cercano que nos ayude a evaluar los progresos.

¿Empezamos a elaborar tu proyecto de superación personal?

domingo, 3 de noviembre de 2013

EN BUSCA DE LA FELICIDAD: 14 PEQUEÑAS DECISIONES QUE TE LLEVARÁN A ELLA


¿Qué es la felicidad? Pregunta que todo ser humano se plantea… Parece que si somos capaces de definirla somos capaces de encontrar su camino, nuestro objetivo en la vida.
Felicidad, estado de plenitud y equilibrio que todos anhelamos como ideal de realización y bienestar combinando una justa proporción entre lo que se es, lo que se tiene y a lo que se aspira.

Ahí van 14 sugerencias que te ayudarán a encontrarla:
  1. Enfréntate a tus retos: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Cuanto más aplazas algo que sabes que tienes que hacer, más ansiedad y tensión generas. Escribe en un papel las tareas, organízalas, gestiona tu tiempo. ¡Planifícate y hazlas!
  2. Gasta tu dinero en experiencias no en cosas: Las personas se sienten más felices invirtiendo su dinero en viajes, cursos, saborear comidas, etc  que comprando cosas. 
  3. Practica deporte: Caminar, ir al gimnasio, practicar pilates, natación, correr, etc.  Hacer ejercicio es igual de bueno que tomar antidepresivos para mejorar el ánimo. Es el mejor antídoto contra la tristeza.
  4. Desayuna: Algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren engordar. Desayunar te ayuda a tener energía, pensar y desempeñar exitosamente tus actividades.
  5. Agradece a la vida lo bueno que tienes: Escribe en un papel 10 cosas que tienes en la vida que te dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud nos obligamos a enfocarnos en las cosas buenas.
  6. Emplea la asertividad: Tener la capacidad de expresar nuestros deseos sin intención de herir al otro hace que aumente nuestra autoestima.
  7. Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos los lados: Llena tu ordenador, tu escritorio, tu habilitación, tu vida de recuerdos bonitos.
  8. Sonríe: Solo con esta pequeña acción mirándonos frente al espejo antes de salir de casa hace que aumente nuestro estado de ánimo.
  9. Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia enfrente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.
  10. Usa zapatos que te sean cómodos: recuerda cuando los pies te han dolido por culpa de los zapatos, ¿cómo te sentías?
  11. Come de todo: Variando tus alimentos. Lo que comes tiene un impacto importante en tu estado anímico.
  12. Escucha música: Está comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar, esto te va alegrar la vida.
  13. Lee un libro: cuando lo haces te ayuda a desconectar, entra en su mundo, aprende, disfruta, métete en el papel del protagonista y vívelo.
  14. Arréglate y siéntete atractivo: La sensación de bienestar que te da cuando te ves bien hace que lo proyectes hacia fuera y por tanto hace que desbordes bienestar.

Ser feliz, es al final, la construcción de un gran fondo de ahorro de experiencias significativas, pobre de aquel que guarda lo que posee donde se corre el riesgo de perderlo todo.

Valora que lo que haces y lo que te queda por hacer. ¿Quieres ser feliz?