Cuando una persona tiene
problemas para dejar un consumo de una sustancia o es adicto a algún
comportamiento como es el caso de la ludopatía o el sexo, es importante el apoyo que puedan encontrar
en los que le rodean, sobre todo en los familiares que conviven con ellos.
Los familiares sienten
impotencia, rabia y sobre todo, mucho miedo a la recaída. Han perdido
totalmente la confianza del adicto. Esto es absolutamente normal ya que la han
depositado varias veces anteriormente y lo que han conseguido son mentiras y
manipulaciones.
Durante las diferentes etapas que
pasa una persona con dependencia a una sustancia la familia tiene un papel
fundamental. Es aquella que tiene alrededor la persona que tiene el problema. Pero
hay veces que los familiares se sienten bloqueados sin saber qué pueden o no
pueden hacer.
Los familiares no comprenden cómo
una persona puede llegar a tal extremo de priorizar la adicción a otros valores
de la vida como es la salud, la familia o el trabajo. Pero es que la adicción
es una enfermedad donde hay implicados una serie de mecanismos psicológicos que
cada vez se sientan más atrapados.
Planteo unas pautas para guiar al
familiar que está junto a la persona que tiene un problema de conductas
adictivas:
DURANTE EL CONSUMO:
- AYUDA intentar dialogar con el fin de saber por qué lo hace. Intentar transmitir el mensaje de que hay salida, desdramatizando que hay personas que lo han conseguido.
- PERJUDICA facilitar la sustancia para que no se enfade o “se ponga peor”. Y negarlo y quitarle importancia a la situación.
CUANDO EMPIEZA A ESTAR ABSTINENTE:
- AYUDA reforzar positivamente los logros y el esfuerzo que está haciendo, darle un voto de confianza y reflejarle cómo va evolucionando positivamente.
- PERJUDICA la falta de expectativas, amenazas sobre las consecuencias si hay recaídas, etiquetarle, seguir con la desconfianza, excesiva permisividad y no aconsejarle manteniéndonos al margen.
CUANDO LLEVA VARIOS MESES SIN CONSUMIR:
- AYUDA que le reforcemos positivamente, hacer actividades placenteras con la persona adicta y que poco a poco, dejémoslo que vaya tomando sus propias decisiones.
- PERJUDICA recordarle el etiquetado, no poder hablar del consumo, que no puedan comentar deseos y tener muy presente el pasado.
ANTE UN TROPEZÓN:
- AYUDA que seamos empáticos y comprensivos, tener presente que forma parte del proceso, poder contarles porqué creen que ha sucedido, mostrar apoyo aunque haya disgusto.
- PERJUDICA recriminarle y transmitirles mensajes del tipo “Ya lo sabía” o “ya has vuelto otra vez”.
El proceso no deja de ser
complicado pero intentemos que se lleve lo mejor posible. El apoyo de la familia es fundamental
para que el proceso de la abstinencia sea exitoso.
¿Lo intentamos?