Todo el mundo habla de ella, pero cuando preguntas a los de
tu alrededor no saben responder muy bien, de donde sale esa valoración negativa
o positiva de la misma.
Podríamos hablar de la infancia de la persona, del apego
recibido por sus padres, es viable pero no es el origen perfecto.
Podemos hablar que la Autoestima es la valoración que tenemos
sobre nosotros mismos, sobre nuestro Autoconcepto. ¿Y esto qué es? Pues si te
fijas, llevas puesta una mochila que te define como tal. ¿Qué opinas de ti
mismo en los diferentes ámbitos de tu vida? Laboral, en pareja o como persona,
por ejemplo.
Pero, tener un buen autoconcepto no significa tener una
autoestima alta. Seguro que conoces de alguien que es guapa, tiene éxito
profesional y le van bien las cosas, pero a pesar de ello, no está bien consigo
misma. ¿Un poco de lío, no? Resulta que no se lo cree o se siente culpable por
tenerlo.
Son esas personas que los de alrededor no las entienden y se
sienten peor con ellas mismas, incluso sienten culpabilidad por no ser felices
con lo que tienen pero es lo que sienten.
La autoestima es una valoración en un continuo, no es blanco
o negro, sino que vacila entre unos puntos, pero lo importante es que esté al
alza.
¿Qué les pasa a las personas que tienen la autoestima baja?
Si abriéramos sus cabecitas veríamos los mensajes negativos que se envían a
ellas mismas. Tiene que ver con la autoeficacia y la autoimagen. “No soy capaz
de….” Y la no aceptación de su imagen. Siempre querer ser algo que no logra llegar
nunca.
Si te fijas, las personas que tienen la autoestima alta se
ven seguras de sí mismas, que toman decisiones, que tienen objetivos, que se
miman, que se cuidan, que son capaces de decir no, que buscan retos.
Si nos paramos a estudiar estas características te darás
cuenta que son habilidades que se pueden aprender. Son comportamientos que
podemos adquirir.
Si empezamos a introducir pequeños cambios y los vamos
haciendo nos vamos a sentir mejor con nosotros mismos y esto hará que nos
apetezca hacer el siguiente pasito.
Ahí van algunos ejercicios que te ayudarán a conseguirlo:
- Mensajes positivos diarios: cada noche antes de acostarte apunta en una nota una frase positiva. Ésta la enganchas en un sitio de tu casa donde lo vayas a ver, por ejemplo, el espejo del baño. El día siguiente cuando te levantes, léelo con atención.
- Meta semanal: proponte una meta a la semana, sencilla, y que no requiera un gran esfuerzo. Por ejemplo, por la mañana, bajar escaleras, no coger ascensor. Si lo consigues tiene premio.
- Mímate: regálate algo, hazte un baño con sales, ves a la peluquería… Hazte algo que te haga sentir bien.
- El árbol de los logros: dibuja un árbol. En las ramas escribe tus logros. Ya sé que cuesta al principio pero si te paras a pensar verás que hay. Y en las ramas características tuyas que han hecho que puedas conseguir esos logros.
Hay muchos ejercicios para ayudarte a mejorar tu autoestima.
Sólo hace falta que te mires al espejo y te des tú misma ese empujoncito.
¡Porque tú puedes hacerlo!
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