Una adicción no química es el uso
inadecuado de una conducta que podríamos llamar “normal” o incluso saludable. Puede
ser por frecuencia que es el caso de la adicción al sexo o al móvil, o también,
un uso inadecuado por duración, cantidad, intensidad o por cantidad de dinero,
en el caso de ludopatía.
La adicción al sexo es un patrón adaptativo de la conducta sexual que
provoca malestar clínicamente significativo.
A diferencia de las adicciones
por sustancias, la dependencia no es fisiológica, solamente psicológica. Es una
de las razones del porqué las personas que rodean al adicto no comprenden cómo
es posible que no dejen de realizar la conducta en sí si les perjudica.
La adicción al sexo, también provoca
tolerancia, la conducta aumenta. El pensamiento obsesivo sexual y las fantasías
se hacen cada vez más necesarios para lidiar con los problemas del día a día. Se
puede llevar una vida sexual muy activa y no por ello tener una adicción.
Y dependencia, cuando no se
realiza provoca malestar psicológico: irritabilidad, nerviosismo, ansiedad,
estado de ánimo bajo, etc. Interfiere en mayor o menor medida en la vida de la
persona que lo sufre, en todos los ámbitos.
Aparece la manipulación, las
mentiras, la justificación incluso racionalizan sus actos, parecido a las
adicciones a sustancias.
¿Por qué se mantiene el problema?
La persona, al realizar la conducta, alivia el malestar psicológico como es la
ansiedad o el estrés, eliminando el mismo de la dependencia psicológica. Importancia
de la pérdida de autocontrol que domina a la persona.
La adicción al sexo es más
habitual en hombres que en mujeres. Las mujeres tienen sentimientos de
culpabilidad por la anormalidad de la conducta. La conducta adictiva puede ser
con prostitución, líneas calientes, masturbación compulsiva, constante
promiscuidad, etc.
Puede llegar un punto en que las
conductas sexuales impliquen riesgo para su salud, por transmisión de enfermedades
como el VIH.
Puede aparecer el llamado “Complejo
de Don Juan”, cuando busca una conquista sexual o el “Complejo de Casanova”,
además hay un punto afectivo en la conquista.
¿Cómo podríamos normalizar la conducta adictiva?
- Evitar tener relaciones sexuales por aliviar un malestar anterior como emociones negativas, por ejemplo enfado, sino, tenerlas por placer con la otra persona
- Si la persona tiene pareja, mantener relaciones consentidas y sólo con ella
- Acordar con la pareja frecuencia de relaciones sexuales
- Cuando haya masturbación imaginar situaciones reales, no uso de pornografía u otros
- Aumento de la comunicación en pareja
- Aprender a controlar a las emociones negativas de una forma alternativa
Como cualquier adicción, es un
trastorno que con ayuda de un profesional te puede ayudar a superarlo.
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