¿Cuántas veces nos ha pasado que
frente una situación tú opinas A y el otro opina B? ¿Quién da el brazo a
torcer? ¿Acaba siempre en discusión? Te doy las claves para poder llegar a un
acuerdo y no morir en el intento.
La negociación es una técnica
para ayudar a dos personas a llegar a un
acuerdo exponiendo el deseo o petición de cada una de las partes. Es un
proceso de dar y tomar, es decir, es un método de intercambio de peticiones para
lograr la satisfacción de sus necesidades y equilibrar la relación en un
sentido amplio.
La negociación ayuda a impedir
que las emociones negativas lleguen a descontrolarse pudiendo hacerse daño consciente
o inconscientemente. Nos ayuda a no llegar al enfado.
La actitud de cada uno debe ser
positiva y colaboradora. Debe haber conciencia de que hay un problema y ambos
quieran solucionarlo. La actitud debe ser de querer ganar ambos y no querer que
el otro pierda. Para que suceda esto, ambos miembros del conflicto van a tener que recular en ciertos aspectos.
El momento y el lugar deben ser
adecuados. Malos momentos podría ser al acostarse o en el coche. En cuanto a
lugares no es conveniente que sea donde no hay privacidad o en sitios donde
normalmente se pelean.
He aquí los pasos para poder llegar a una
negociación:
- Definir la situación problema: definir la diferencia de objetivos entre ambas partes. Ser lo más específico concretos, centrándonos en la conducta, no en la persona
- Comunicar mi opinión acerca del problema: Cada miembro de la pareja propone sus alternativas de solución y lo que esperan que que resulte de ellas
- Preguntar a la otra persona su opinión escuchando atentamente su respuesta mediante la escucha activa, es decir, no emitiendo juicio de valor
- Pensar sobre por qué la otra persona se siente así, cuáles son sus razones. Usar la empatía (véase post: empatía)
- Escoger la combinación de alternativas de solución más realista, razonable y práctica. Sugerir un arreglo, un término medio. Exponer lo que estoy dispuesto a ofrecer o conceder
- Escuchar lo que la otra persona está dispuesta a ofrecer. Saber defender razonablemente los propios puntos de vista procurando que sean lógicos y realistas
- Implementar las alternativas de solución
- Dar un tiempo razonable para que funcionen las soluciones
- Evaluar de tiempo en tiempo los resultados
- Hacer ajustes necesarios a las soluciones conforme se progresa. Respetar y cumplir los acuerdos
- No dejar resentimientos ocultos: Si hay algo que se ha dejado en el tintero, se sugiere que se hable, e incluso, si es preciso, abrir otro proceso de negociación
- Volver a negociar si surgen cambios que así lo requieran
Una vez que sabemos cómo hacer una
negociación, vamos a identificar cuál es el conflicto que no ha sido
solucionado y os proporciona malestar a ambos.
¿Empezamos?
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